Es hora de que sepa: el consumo de leche -y sus derivados -se ha relacionado ya con la anemia ferropénica, la artritis reumatoidea, la osteoartritis, el asma, el autismo, las cataratas, la colitis ulcerosa, la diabetes mellitus tipo i, los dolores abdominales, la enfermedad de crohn, las patologías coronarias, la esclerosis múltiple, el estreñimiento, la fatiga crónica, las fístulas y fisuras anales, la incontinencia urinaria o eneruresis, las migrañas, los problemas de oídos y garganta, la sinusitis, las reacciones alérgicas, el sangrado gastrointestinal, el síndrome de mala absorción, los trastornos del sueño, las úlceras pépticas, la acidosis, la preeclampsia, la dificultad de aprendizaje en niños, la infertilidad femenina, los linfomas y los cánceres de estómago, mama, ovarios, páncreas, próstata, pulmón y testículos.

Antonio Muro
mar, 01 oct 2013 11:04 CDT