La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es la quinta causa de muerte en los países desarrollados y será la tercera en 2020
Cada día, 50 personas mueren en España por su culpa, pero pocos españoles conocen qué es.
Solo dos de cada diez saben de qué se les habla al mencionar las siglas EPOC, una enfermedad que afecta fundamentalmente a fumadores, que es la quinta causa de mortalidad en los países desarrollados y que se convertirá en la tercera de aquí a 2020, según la Organización Mundial de la Salud.
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La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, que es la que responde a esas cuatro siglas, se cobra en España cada año más de 18.000 vidas, ocho veces más que los accidentes de tráfico. La sufren más de dos millones de personas y muchas veces ni ellos la conocen:
solo está diagnosticada en uno de cada cuatro casos. El 80% de los españoles la ignoran, según una encuesta realizada a más de 6.500 personas por la Sociedad Española de Neumonía y Cirugía Torácica (Separ).
solo está diagnosticada en uno de cada cuatro casos. El 80% de los españoles la ignoran, según una encuesta realizada a más de 6.500 personas por la Sociedad Española de Neumonía y Cirugía Torácica (Separ).
Tos crónica, expectoración, catarros repetidos y disnea (falta de aire, frecuentemente al hacer algún esfuerzo) son síntomas que deberían hacer consultar a un especialista.
"Diagnosticarla es muy fácil y barato, basta con una espirometría [que consiste en soplar a través de un aparato], no hacen falta ni pinchazos ni análisis", explicó ayer José Miguel Rodríguez, presidente de Neumomadrid, en una rueda de prensa para dar a conocer la enfermedad, sus causas y sus síntomas con motivo de su día mundial, que se celebrará el 16 de noviembre.
"Lo que sucede es que muchas veces el fumador achaca estos síntomas al tabaco, a que se hace mayor, y los ve normales. Pero no siempre lo son y la vida puede mejorar mucho con tratamiento", añadió.
"Lo que sucede es que muchas veces el fumador achaca estos síntomas al tabaco, a que se hace mayor, y los ve normales. Pero no siempre lo son y la vida puede mejorar mucho con tratamiento", añadió.
Un ejemplo de ello es Sixto Arenas, diagnosticado hace 13 años: "Cuando me dijeron que padecía EPOC, la enfermedad era todavía más desconocida, no le di la suficiente importancia y no hice todo lo que me dijeron los médicos. Ni siquiera dejé de fumar. Pero con el tiempo vi que no podía hacer una vida normal, no podía salir de casa porque me asfixiaba".
Ahora lleva consigo lo que él denomina su "novia", un pequeño carrito que le provee de oxígeno cuando lo necesita, unas 16 horas al día con el tiempo normal y prácticamente las 24 en invierno. "Pero puedo pasear cada mañana, hago mis ejercicios por moverme todos los días", relata.
Ahora lleva consigo lo que él denomina su "novia", un pequeño carrito que le provee de oxígeno cuando lo necesita, unas 16 horas al día con el tiempo normal y prácticamente las 24 en invierno. "Pero puedo pasear cada mañana, hago mis ejercicios por moverme todos los días", relata.
El invierno es uno de los grandes enemigos de los pacientes de la EPOC. "Cuando vemos que llega el frío y se colapsan las urgencias, muchos casos se deben a pacientes de esta enfermedad que sufren crisis.
Si estuvieran bien tratados, con su oxígeno, los antiinflamatorios y los inhaladores adecuados, tendrían que acudir mucho menos al hospital", asegura el doctor Rodríguez. Arenas lo confirma. Antes de pasear a su "novia" era ingresado entre cinco y siete veces al año. En lo que va de 2011 todavía no ha tenido que pasar por urgencias.
Si estuvieran bien tratados, con su oxígeno, los antiinflamatorios y los inhaladores adecuados, tendrían que acudir mucho menos al hospital", asegura el doctor Rodríguez. Arenas lo confirma. Antes de pasear a su "novia" era ingresado entre cinco y siete veces al año. En lo que va de 2011 todavía no ha tenido que pasar por urgencias.
El tratamiento adecuado no solo mejora la calidad de vida, sino que también prolonga la esperanza. "Es una obstrucción crónica de las vías respiratorias y no podemos curarla, igual que no se cura la hipertensión, solo se bajan con la medicación adecuada. Pero conseguimos que los pacientes hagan una vida mucho más normal", explica Pilar de Lucas, presidenta de la Separ.
Aunque en principio cualquiera puede padecer EPOC, es mucho más frecuente entre los fumadores, que representan a un 80% de los enfermos. Entre un 15% y un 20% de quienes consumen o han consumido tabaco habitualmente sufrirán esta enfermedad. La comunidad médica ha discutido incluso cambiar el nombre de la dolencia y sustituirla por tabacosis, algo más fácil de recordar que unas siglas.
Se trataría de ayudar a la concienciación y al conocimiento de la enfermedad. Pero en España la Separ ha decidido no hacerlo, ya que el tabaco no es causa exclusiva. "Nos tenemos que centrar en que poco a poco se vaya conociendo más con su verdadero nombre y lo vamos consiguiendo con la ayuda de los medios. Hace unos años, era todavía mucho más desconocida", asume De Lucas.
En la encuesta que ha realizado para estudiar el conocimiento de la enfermedad, la Sociedad ha detectado un amplísimo apoyo a la ley antitabaco que prohibe fumar en espacios públicos. Cuenta con el respaldo de un 86% de quienes respondieron. Casi uno de cada cinco se declaraba fumador. Un 28% lo ha dejado y poco más de la mitad declaró no haber fumado nunca.
La Separ asegura que abandonar el tabaco es la manera más efectiva para no sufrir una EPOC. También lo es para paralizar su avance una vez que se detecta. "La recomendación del médico siempre tiene que ser dejarlo, pero por desgracia se nos hace más caso cuando el paciente ya ha sufrido alguna enfermedad", cuenta el doctor Rodríguez.
Los enfermos que la detienen en su fase temprana gozan de mucha mejor calidad de vida. También suponen un menor coste a las arcas del estado. La Separ calcula que cada año se destinan unos 770 millones de euros en el tratamiento de la EPOC. "Un paciente leve cuesta poco. En estadios más avanzados, las crisis que generan ingresos hospitalarios o las frecuentes bajas laborales y jubilaciones precoces son las que suponen un enorme gasto", continúa el neumólogo.
En el infradiagnóstico se mezcla culpa de los enfermos y de los propios médicos, según reconoce la neumóloga Myriam Calle, responsable de EPOC en la Separ. Hace hincapié todos los centros de salud deben disponer de sufientes aparatos de espirometría y también del personal suficientemente cualificado para manejarlos. Pero la divulgación es fundamental.
En la encuesta, un 8,5% de los participantes indica que presenta sibilancias (pitos) o ruidos al respirar por más de tres meses al año y un 17,3% tiene sensación de falta de aire al subir una cuesta o dos pisos. Sin embargo, sólo el 1,3% de los encuestados declara estar diagnosticado de EPOC. El 46,2% de las personas encuestadas con síntomas de esta enfermedad ni siquiera ha consultado al médico por estos problemas.
PABLO LINDE - Madrid - 07/11/2011 / El Pais
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