A la hora de mantener una buena alimentación y un peso adecuado, no sólo debemos estar atentos a lo que comemos, sino también cómo se come y cómo distribuimos los alimentos a lo largo del día.
Una correcta distribución de los alimentos a lo largo del día nos garantiza un aporte adecuado de nutrientes.
Una correcta distribución de los alimentos a lo largo del día nos garantiza un aporte adecuado de nutrientes.
Los expertos en nutrición recomiendan hacer cinco comidas al día, con tres importantes (desayuno, comida y cena) y dos más ligeras (a media mañana y por la tarde).
De esta manera, no deben pasar más de 4 horas entre comidas, ya que así mantenemos siempre activo el metabolismo y, al mismo tiempo, evitamos que nos entre hambre entre horas y nos peguemos el atracón. Es fundamental conocer el total de calorías que tomamos cada día y repartirlas entre esas cinco comidas. Debemos tener claro que lo que nos engorda no es comer, sino lo que comemos.
De esta manera, no deben pasar más de 4 horas entre comidas, ya que así mantenemos siempre activo el metabolismo y, al mismo tiempo, evitamos que nos entre hambre entre horas y nos peguemos el atracón. Es fundamental conocer el total de calorías que tomamos cada día y repartirlas entre esas cinco comidas. Debemos tener claro que lo que nos engorda no es comer, sino lo que comemos.
Vamos a ver unas pautas generales a la hora de saber cómo distribuir la comida a lo largo del día:
- Desayuno
Resulta fundamental, ya que nos aporta la energía suficiente para comenzar el día con fuerza, garantizando también un buen rendimiento físico e intelectual. Es una comida fundamental, por lo que no nos la debemos saltar nunca.
Algunos de los alimentos que no deben faltar en un buen desayuno son los hidratos de carbono de absorción lenta como el pan. Tampoco debe faltar las vitaminas, minerales y grasas saludables como las que nos aportan el aceite y el tomate.
Por eso, una de las mejores opciones puede ser una tostada con un chorrito de aceite y untada en tomate. También deberíamos tomar un vaso de leche, que nos aporta el calcio, y alguna pieza de fruta.
Algunos de los alimentos que no deben faltar en un buen desayuno son los hidratos de carbono de absorción lenta como el pan. Tampoco debe faltar las vitaminas, minerales y grasas saludables como las que nos aportan el aceite y el tomate.
Por eso, una de las mejores opciones puede ser una tostada con un chorrito de aceite y untada en tomate. También deberíamos tomar un vaso de leche, que nos aporta el calcio, y alguna pieza de fruta.
- Media mañana
Hasta la hora de la comida pasan muchas horas, por lo que para evitar que aparezca el hambre y el mal humor, así como para mantenernos a tope de energía, es muy importante tomar algo a media mañana.
Tampoco se requiere de un aporte de calorías muy grande, por lo que nos puede bastar con un yogur desnatado o una pieza de fruta. Eso sí, si falta mucho tiempo hasta el almuerzo es recomendable dejar para otro momento la fruta, ya que normalmente a la hora de tomar fruta volveremos a tener hambre, por lo que puede provocar que volvamos a picar algo.
Tampoco se requiere de un aporte de calorías muy grande, por lo que nos puede bastar con un yogur desnatado o una pieza de fruta. Eso sí, si falta mucho tiempo hasta el almuerzo es recomendable dejar para otro momento la fruta, ya que normalmente a la hora de tomar fruta volveremos a tener hambre, por lo que puede provocar que volvamos a picar algo.
- Comida
Es importante que el primer plato sea de cuchara, ya sea una sopa, potaje o puré. Las mejores opciones para el segundo plato son el pescado o carne magra, ya que nos dan un gran aporte de las proteínas diarias que necesitamos. También es importante tomar verduras que puede utilizarse como acompañamiento.
El mito de que no debemos tomar agua en la comida porque engorda es totalmente falso. De hecho, es muy necesario tomar una cantidad moderada de agua en la comida también, ya que favorece una mejor digestión de los alimentos.
- Merienda
Al igual que a media mañana, es habitual que nos entre hambre y todavía queden bastantes horas para la cena, por lo que es necesario darle un aporte extra de energía a nuestro cuerpo, pero siempre de una forma moderada.
Podemos optar por un buen vaso de leche con dos o tres galletas integrales, una tostada con mermelada o tomate, una pieza de fruta o un yogur. También resulta muy positivo tomar un puñado de frutos secos. De esta manera, nos quitaremos el gusanillo del estómago, pero sin darle un aporte excesivo de nutrientes al organismo.
Podemos optar por un buen vaso de leche con dos o tres galletas integrales, una tostada con mermelada o tomate, una pieza de fruta o un yogur. También resulta muy positivo tomar un puñado de frutos secos. De esta manera, nos quitaremos el gusanillo del estómago, pero sin darle un aporte excesivo de nutrientes al organismo.
- Cena
Resulta fundamental hacerla pronto y ligera para evitar digestiones pesadas y problemas para dormir luego. Es importante incluir en la última comida del día hidratos de carbono de absorción lenta como la pasta o las patatas. También nos puede ayudar a la hora de conciliar el sueño un vaso de leche. Y nunca saltarse la cena, ya que estaríamos dejando al organismo sin recibir nutrientes durante muchas horas.
Fuente: Cosas de salud
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