Baste comprobar que ésta parece una materia incorruptible, se puede conservar comestible durante décadas y décadas.
La medicina popular también ha empleado desde tiempos inmemoriales la miel como desinfectante, en pequeñas heridas, o como tratamiento contra el acné, al matar bacterias residentes de la piel que infectan los poros de ésta produciendo la inflamación típica de una espinilla.
Se daba por supuesto que la elevada concentración de azúcares de la miel era la responsable de la muerte de las bacterias.
Supuestamente esta concentración supone una concentración osmótica tan elevada que producía la ruptura de la pared bacteria.
Pero parece ser que hay algo más.
Supuestamente esta concentración supone una concentración osmótica tan elevada que producía la ruptura de la pared bacteria.
Pero parece ser que hay algo más.
Una reciente publicación en la revista FASEB Journal muestra que la miel posee ingredientes bactericidas.
El equipo de A. J. Zaat describe en un artículo que la miel acumula cerca de 6 mM de agua oxigenada y 0.25 mM de metilglioxal, sustancias que poseen toxicidad sobre las bacterias.
Además se ha identificado en la miel un nuevo péptido, llamado defensina-1, con propiedades antimicrobianas.
El equipo de A. J. Zaat describe en un artículo que la miel acumula cerca de 6 mM de agua oxigenada y 0.25 mM de metilglioxal, sustancias que poseen toxicidad sobre las bacterias.
Además se ha identificado en la miel un nuevo péptido, llamado defensina-1, con propiedades antimicrobianas.
Se ha visto que la máxima eficacia se alcanza con soluciones del 40% (volumen/volumen) de miel, aunque en algunos casos entre un 10-20% era suficiente para alcanzar los efectos deseados.
Una noticia que alegrará a nuestros apicultores alcarreños.
•Fuente: Kwakman y col. (2010) How honey kills bacteria. FASEB J. 24:2576-2582.
http://lacienciaysusdemonios.com/2010/09/21/como-la-miel-mata-a-las-bacterias/
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