La candidiasis es una infección causada por una levadura de la familia de las cándidas, normalmente Candidaalbicans.
Las levaduras se encuentran de forma natural en nuestro organismo (piel, aparato digestivo y genitourinario).
La flora intestinal y vaginal, junto con el sistema inmunitario, mantienen su crecimiento controlado, y en estas condiciones contribuyen a nuestra salud, facilitando la digestión de los carbohidratos, ayudan a mantener el pH y el equilibrio intestinal y nos protegen de los metales pesados, pero cuando se produce un fallo de los sistemas que controlan su crecimiento proliferan, produciendo desórdenes en nuestro organismo.
Hay factores evitables que predisponen a las infecciones por cándidas:
· Nutrición desequilibrada: se debe evitar el exceso de azúcares y carbohidratos en la dieta, ya que son el principal alimento para el desarrollo de las cándidas y aportar todos los nutrientes necesarios para mantener los sistemas que las controlan en correcto funcionamiento.
· Consumo habitual de agua del grifo: contiene cloro, que destruye la flora intestinal, y flúor, que deprime el sistema inmunitario.
· Consumo de hormonas sexuales sintéticas: destruyen nutrientes, como la vitamina B6, vitales para la salud del sistema inmunitario.
· Estrés: provoca un aumento de los niveles de cortisona, que deprime el sistema inmunitario, aumenta los niveles de glucosa y destruye la flora bacteriana intestinal.
· Embarazo: si no se cuida la dieta se favorecen unos niveles más elevados de glucosa en sangre y el crecimiento de la cándida.
· Disminución de las secreciones digestivas: la alta de ácido clorhídrico y enzimas provoca digestiones incompletas que afectan negativamente a la flora intestinal.
Cuando la cándida crece invade la mucosa intestinal, haciéndola más permeable al paso de sustancias tóxicas hacia el interior del organismo, a la vez que los nutrientes no son bien asimilados, produciendo desnutrición.
Además producen sustancias tóxicas que por vía intestinal llegan al interior del organismo y pueden sobrepasar la capacidad desintoxicante del hígado.
La candidiasis suele tener su origen en el intestino, aunque también puede presentar manifestaciones vaginales u orales.
Síntomas frecuentes de esta enfermedad son fatiga, malestar general, dolor de cabeza, distensión abdominal, diarreas y/o estreñimiento, indigestión, acidez estomacal, depresión, mareo, deseo de comer carbohidratos, sensación de resaca por las mañanas, dolor de articulaciones, molestias vaginales, retención de líquidos, insomnio, alergias, etc.
Un tratamiento eficaz de la cándida se debe apoyar siempre en dos puntos, la eliminación y la prevención de recaídas, y se recomienda hacerlo de forma progresiva, por la complejidad de la infección.
El tratamiento esta basado en cambios en la dieta y en la administración de suplementos naturales:
· Antifúngicos naturales: Ácido Caprílico, Sello de Oro, Extracto de Semilla de Pomelo, Ajo, Pau d’Arco, Aceite de Orégano, Ácido Undecilénico, etc.
No tienen efectos secundarios y son muy eficaces. Pueden usarse solos o mejor combinados. Se recomienda que se rote el producto a los largo del tratamiento.
· Ayuda depurativas para el hígado: Cardo Mariano, N-Acetil Cisteína, Diente de León, Schizandra, L-glutation, Selenio, Vitamina C, etc.
· Ayudas digestivas y fibra: Betaina HCl, Enzimas Digestivas, Psyllium, Pectina, Salvado de Avena, Lino, Aloe vera, etc
· Multinutriente general: ayuda en todo el proceso a reforzar los sistemas de defensa del organismo.
· Flora intestinal: como Lactobacillus, Bifidubacterium y Estreptococcusfaecalis en combinación. Se debe hacer al final del tratamiento, cuando la mucosa intestinal está preparada para que se implanten.
· Otros: Flora vaginal (en candidiasis vaginales), estimulantes del sistema inmune, Vitamina B6
Omega 3, Vitamina A, L-Glutamina, Biotina, etc. Fuente
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