Destruyen las células cancerígenas sin apenas afectar al tejido sano.
La técnica que ha sido probada sin efectos secundarios detectables.
Radioterapia y quimioterapia atacan por igual células cancerígenas y sanas.
La técnica que ha sido probada sin efectos secundarios detectables.
Radioterapia y quimioterapia atacan por igual células cancerígenas y sanas.
Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado unas nanopartículas magnéticas que contienen interferón que, dirigidas con unos imanes a la zona del tumor, son capaces de eliminar las células cancerígenas sin apenas afectar al tejido sano.
Los tratamientos actuales provocan gran cantidad de efectos secundarios indeseables"Esta investigación, coordinada por Domingo F. Barber, pretende potenciar el sistema inmunitario del paciente para que luche exclusivamente contra las células tumorales.
Unos esfuerzos por los que, como indica Barber, "la inmunoterapia antitumoral ha adquirido una gran relevancia en la investigación biomédica".
Unos esfuerzos por los que, como indica Barber, "la inmunoterapia antitumoral ha adquirido una gran relevancia en la investigación biomédica".
La 'quimio' ataca también las células sanas
Y es que, recuerdan desde el CSIC, los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer se deben esencialmente a que tanto la radioterapia como la quimioterapia atacan por igual a las células cancerígenas y a las sanas.
"Aunque las células normales parecen defenderse un poco mejor que las tumorales, los tratamientos actuales provocan una gran cantidad de efectos secundarios indeseables", explican.
Las nanopartículas tienen la singularidad de que es posible dirigirlas a las zonas concretas donde se encuentra el tumor e incluir interferón en su superficie, son un nuevo fármaco bastante prometedor.
La inmunoterapia antitumoral ha adquirido gran relevancia en la investigación biomédica"
Sin efectos secundarios
La técnica que ha sido probada en ratones ha conseguido reducir de forma muy marcada el tamaño de ciertos tumores. Y todo ello sin efectos secundarios detectables.
Este tratamiento se acompaña de una reducción de los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y el alimento necesario para el crecimiento de las células tumorales.
El sistema, patentado por los investigadores del CSIC, ha resultado ser eficaz tanto contra tumores generados mediante inyección de células tumorales como contra los producidos por sustancias químicas.o
EUROPA PRESS.
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