Las várices que se localizan en las piernas no son únicamente un problema de apariencia, también significan un problema en la salud.
En la mayoría de los casos las várices representan una lesión en las venas que puede desarrollarse en una patología vascular leve o grave.
El tratamiento de la medicina convencional para las várices puede incluir una cirugía u otros tratamientos con técnicas demasiado invasivas.
El tratamiento de la medicina convencional para las várices puede incluir una cirugía u otros tratamientos con técnicas demasiado invasivas.
En cambio, la medicina natural para las várices puede llegar a ser altamente efectiva si el tratamiento es bien indicado y puesto en práctica.
La elección del tratamiento a seguir es fundamental.
La elección del tratamiento a seguir es fundamental.
Existen distintos tipos de várices. Esto se debe tener en cuenta al igual que los antecedentes familiares, los hábitos de vida de la paciente, el consumo de fármacos o anticonceptivos y otros factores que también son importantes a la hora de elegir un tratamiento natural para las várices.
Entre las plantas medicinales que pueden ser útiles para las várices tenemos las uvas rojas, el castaño de Indias, el arándano y el ginkgo bilboa.
Estos remedios naturales actúan como vasodilatadores. Fortalecen y mejoran el sistema circulatorio de distintas formas por lo que resulta ideal para combatir las várices.
Estos remedios naturales actúan como vasodilatadores. Fortalecen y mejoran el sistema circulatorio de distintas formas por lo que resulta ideal para combatir las várices.
En especial el zumo de zanahorias, tomar una mezcla de 300 ml de zumo de zanahoria con 200 ml de jugo de espinaca, una vez al día, es un excelente tratamiento natural para las várices.
Pero primero que nada deberías saber como prevenir la aparición de várices, para que no tengas que padecerlas nunca:
Algunos consejos dicen que hay que evitar el uso de calzado altos, tacos o tacones y la ropa ajustada, evitar una permanencia prolongada de pie o sentados sin moverse, hacer caminatas y sobre todo practicar ejercicio físico regularmente y seguir una dieta saludable.
Algunos consejos dicen que hay que evitar el uso de calzado altos, tacos o tacones y la ropa ajustada, evitar una permanencia prolongada de pie o sentados sin moverse, hacer caminatas y sobre todo practicar ejercicio físico regularmente y seguir una dieta saludable.
Fuente: otramedicina
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